La siembra que alimenta Cuerpos y Mentes
Un grupo de educadores de la Escuela Potrero Grande que forman parte de nuestro proyecto de Colectivos Pedagógicos, decidió transformar un reto de su realidad, en una idea que los llevó a soñarlo y ponerle el nombre de “Siembra Colectiva, Cosecha Productiva“, un proyecto que une a toda la comunidad educativa. Este diseño inició con la búsqueda de un espacio adecuado y terminó convirtiéndose en un hermoso ejemplo de sostenibilidad y trabajo colectivo. Utilizando llantas viejas como camas de cultivo, con el apoyo de los estudiantes, han sembrado una amplia variedad de productos como tomate, ají, maíz, pepino, habichuela, jengibre y guandú. Además, tomaron la iniciativa de agregar plantas medicinales como boldo, menta, ruda, hierba de limón, albahaca, tilo y mastranto.
¿Cómo contribuye este huerto al aprendizaje?
Este huerto no solo fomenta la sostenibilidad, sino que también proporciona un entorno donde los estudiantes pueden aprender de manera activa y colaborativa. El proyecto les ha ayudado en habilidades matemáticas ya que han registrado el tiempo de siembra y el proceso de germinación de las plantas, además de calcular los costos de los insumos, como semillas y abonos. También han estimado posibles fechas de cosecha, lo que les permitió ver la aplicación real de los conceptos de tiempo y dinero en un proyecto tangible.
Además, organizan charlas educativas sobre los beneficios de los alimentos que se cultivan y consumen en el mismo huerto, promoviendo una alimentación saludable y consciente.
¿Cómo impacta en la comunidad educativa?
El huerto ha creado un sentido de pertenencia y colaboración en su comunidad escolar. A través de este proyecto, los estudiantes y maestros trabajan, fortaleciendo sus lazos como comunidad. Los alimentos cosechados no solo alimentan cuerpos, sino también mentes, ayudando a formar una generación más consciente de su entorno y de los recursos que ofrece la naturaleza. Los alimentos cosechados se utilizan además como alimento en el comedor escolar, el cual beneficia a toda la escuela.
Además, con la ayuda de las familias, se ha implementado la preparación de abonos orgánicos, lo que ha reforzado el valor del trabajo en equipo y la colaboración entre escuela y hogar.Este proyecto “Siembra Colectiva, Cosecha Productiva” es un testimonio de lo que se puede lograr cuando una comunidad educativa se une en torno a una visión compartida. Este huerto no es solo una fuente de alimentos frescos y saludables, sino también un espacio para aprender, compartir y crecer juntos.